El bienestar propio para conseguir el común.

Todos debemos saber que es fundamental, tanto en el ámbito personal como en el profesional, estar bien para hacer el bien. Por ello, primero debemos trabajar en nosotros para poder transmitir el bienestar personal y que este sea aplicable a nuestro ámbito profesional.

Como hemos aprendido, es fundamental seguir tres pasos:

  1. “Ponte la mascarilla primero para ayudar a otros” o cuida de ti mismo primero: debemos practicar el autocuidado haciendo ejercicio, meditando o pasando tiempo con los amigos.
  2. Mírate a ti mismo como un influencer: debemos asumir la responsabilidad de nuestra parte en una iniciativa de cambio.
  3. Se un rol model: debemos ayudar a nuestro equipo a centrarse en las nuevas oportunidades en lugar de dejarnos atrapar por dinámicas negativas.

Estos tres pasos son de obligado cumplimiento si queremos conseguir ser ejemplares en nuestra vida y ayudar a nuestro círculo de la mejor manera posible.

Una vez consigamos estar en paz y armonía con nosotros mismos, es hora de plantearnos cómo afrontar determinadas situaciones. Para ello, podemos establecer también una serie de pasos que nos sean fáciles de recordar y que sean aplicables a cualquier problema que nos enfrentemos para, así, poder buscarle una solución sin entrar en pánico, siempre de manera analítica y metódica. Veámoslo aplicado a una situación laboral donde, por una fusión, la empresa en la que trabajamos se está viendo sometida a muchos cambios y reestructuraciones de personal:

  1. Pregúntate primero, “¿Porqué es indeseable esta situación? Y enumera los resultados potencialmente negativos que puede producir. Por ejemplo: «Debido a la reorganización de la empresa, es posible que me trasladen a otro equipo donde no conozco a nadie»
  2. En segundo lugar, pregúntate: ¿Hay alguna manera de que esto acabe siendo algo bueno? Esta forma de pensar nos abrirá posibilidades que tal vez no hayamos considerado. Por ejemplo: «Con este cambio podría establecer nuevas relaciones y disfrutar aún más de mi trabajo».
  3. Por último, cuestiónate: ¿Qué puedo hacer, si es que puedo hacer algo, para que este resultado sea positivo? Y, tras ello, piensa en las acciones que puedes llevar a cabo para producir los resultados beneficiosos que has identificado. Por ejemplo: «Puedo dedicar tiempo a conocer a todos los miembros de mi nuevo equipo»

Si asumimos estos seis sencillos pasos a nuestra rutina, podremos dar lo mejor de nosotros mismos en cada ámbito de nuestra vida y con todas las personas que nos rodean. Pero para ello es fundamental siempre estar en las mejores condiciones mentales a nivel personal para poder tomar perspectiva y ver las cosas con claridad, aunque esto nos tome mucho más tiempo y esfuerzo que el sistema analítico de afrontar situaciones, pero es una lucha continua del ser humano la de el bienestar mental, personal y saber y poder crear una relación de amor propio para así poder afrontar todos los aspectos de la vida desde la mejor de las bases.

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